En primer lugar, ten calma. Aunque los vómitos son una de las principales causas de visita al veterinario, la mayoría de las veces no tienen mayor trascendencia.

En un porcentaje alto de los casos, se deben a atracones de comida o a que ha ingerido comida que no debía, como restos de la basura. Esto se debe a que, por naturaleza, los perros comen todo lo que se les pone por delante para poder gestionar posibles periodos de escasez. A diferente de otros animales, como los gatos, que solo comen cuando sienten hambre, los perros comen sin ningún tipo de control. Y claro, muchas veces les sienta mal. Esto puede ser porque lo ingiere casi sin masticar por miedo a que se lo quites, o porque simplemente «no le cabe».

Si asocias los vómitos a un atracón, en principio no es motivo de alarma. Obsérvale por si acaso, pero lo más probable es que se quede en eso. Sin embargo, hay otros tipos de vómitos que sí son potencialmente peligrosos. Pueden deberse a alergias, alimentos tóxicos, insuficiencia renal…

Ahora bien ¿cómo puedo distinguir si un vómito es algo circunstancial sin más importancia o es un síntoma de algo más grave?

Lo primero que tendrías que hacer es distinguir entre un vómito agudo ocasional, un vómito agudo repetido o los vómitos crónicos.

¿Cuantas veces ha vomitado tu perro?

 

Solo una. El vómito agudo ocasional empieza de forma repentina y suele tratarse de un incidente aislado.  Por ejemplo, el caso del atracón de comida, o un resto que ha encontrado en algún lado y no le ha sentado bien. A veces, en algunos perros con el estómago más sensible, puede deberse a un cambio de dieta, sin más. Como hemos dicho, si es de carácter leve y no va acompañado de otros síntomas, no tiene más trascendencia y puede tratarse en casa: ayuno controlado durante 24 horas, hidratar bien al perro con un suero o agua (¡ojo con las bebidas isotónicas azucaradas!) y comenzar con una alimentación suave y baja en grasas hasta asegurarnos de que tolera bien el alimento. Antes de reintroducir el alimento seco, dáselo mezclado con algún líquido hasta asegurarte de que está totalmente rehidratado.

Varias veces en menos de seis horas. Si estos vómitos se repiten en el plazo de unas horas, puede ser el síntoma de otra cosa. Cuando nuestro perro tiene vómitos repetitivos lo mejor es llevarle al veterinario para que valore su estado general, sobre todo si los vómitos están acompañados de fiebre, dolor o decaimiento. Puede tratarse de una obstrucción intestinal, torsión de estómago (especialmente en razas grandes)

Todas las semanas. Los vómitos crónicos suelen darse cuando el estómago o el tracto intestinal se encuentran inflamados. Hablamos de vómitos crónicos cuando el perro vomita más de una vez a la semana durante al menos un mes, y aunque a veces se trata solamente de una alimentación poco adecuada o un estómago muy sensible, lo más conveniente es que le lleves al veterinario para que descarte algunas enfermedades que pueden ser graves, como alergias o intolerancias alimentarias, pancreatitis, enfermedades infecciosas, parásitos, tumores, etc.

En todo caso, un vómito es un mecanismo de defensa del sistema digestivo del perro que aunque no suele ser grave, debemos vigilar.

Deberías llevarle al veterinario en caso de que:

  1. El vómito sea repetitivo (por ejemplo, dos veces o más en 6 horas) o crónico (más de una vez a la semana durante un mes)
  2. El vómito viene acompañado de fiebre, diarrea intensa, decaimiento, dolor u otros síntomas.
  3. Vomite sangre o que el color del vómito sea rojo o de un color oscuro.

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